SALVADOR VEGA Y "EL RUBIO"
CORTAN DOS OREJAS CADA UNO
Caravaca de la Cruz
Día 11 de Octubre
Algo más de 1/4 de aforo
Erales de Apolinar Serrano correctos de presentación
- Manuel Moreno (Rej.) Saludos tras ovación
- Salvador Vega.- 2 orejas
- El Rubio.- 2 orejas
- Antonio Puerta (Nov.).- 2 orejas y rabo
Interesante ha resultado el festival sin caballos celebrado esta tarde en la plaza de toros de Caravaca de la Cruz, donde se han cortado un total de 6 orejas y un rabo y se le ha concedido la vuelta al ruedo a un novillo.
Abría cartel el rejoneador Manuel Moreno, un joven torero a caballo que apunta buenas maneras, arriesga con las cabalgaduras y le "tocan" más de la cuenta los pitones de los novillos, destacó en dos pares de banderillas al quiebro realizadas con verdad y quebrando muy cerca de la misma cara, donde posteriormente realizó algunos bonitos adornos. Mató de rejón muy trasero y bajó del caballo para tomar el descabello, donde no se mostró muy afortunado y perdiendo alguna oreja por la labor desarrollada, escuchando una ovación que le obligó a saludar desde el tercio.
Salvador Vega, se encontró en el sorteo con el mejor eral de la tarde, pero él mostró un toreo serio y de calidad. Ya con el capote recibió con unas buenas veróncias para recetarle otras por bajo con la rodilla contraria en tierra que llegaron rápidamente al tendido. Realizó un quite por chicuelinas y tafalleras con mucho gusto, para coger la franela y torear bajando la mano, con rectitud, temple y buen gusto, destacando tres series al natural de gran categoría. Mató de estocada un poco trasera y paseó las dos orejas.
Antonio José López "El Rubio", salió con unas ganas y una ilusión realmente enviables, no utilizó la escusa de que le correspondiera el peor novillo de la tarde, sin fuerza y sin transmisión. Desde el primer momento tomó el capote para torear con variedad, sorprendiendo a propios y extraños por su hacer, tomó los garapullos para ponérselos a un eral que ya se había quedado parado. Con la muleta se mostró seguro y ofreció algunas tandas, sobre todo por el pitón derecho, que consiguieron conectar con el público. Terminó con las dos orejas en sus manos como premio a su buena labor.
Antonio Puerta no se ha dejado este año ganar la partida ni por su propia sombra y en esta ocasión no ha cambiado. Le correspondió un novillo complicado pero que transmitía, lo cual utilizó a la perfección, ganándole la partida en todo momento, sabiendo poner los engaños para evitar que se marchara y mostrando su buen gusto. Pero cuando mejor se sentía el de Cehegín el eral se paró y Antonio se vio obligado a intentarlo por todas partes y a todas las distancias sacando mucho más de lo que le restaba al de Apolinar. Mató de estocada fulminante y paseó los máximos trofeos.
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