12 nov 2014

GRAN NOCHE DE RAFAELILLO EN EL CLUB TAURINO DE CALASPARRA

  


  En la noche de ayer tuvo lugar en la sede del Club Taurino de Calasparra, con lleno de “no hay billetes”, la charla-coloquio correspondiente al mes de noviembre, con la presencia del matador de toros murciano Rafael Rubio “Rafaelillo”.

     Arrancó la tertulia con un sentido y emotivo recuerdo a las personas que en estos días nos han dejado: La madre del vicepresidente de la Asociación Taurina el Quite, las víctimas del fatídico accidente de la Venta del Olivo y el ganadero Pedro Merenciano, tan vinculado a Calasparra y a este Club Taurino, al que perteneció desde su fundación hasta su fallecimiento el pasado domingo.

    Rafaelillo apuntó que venir a Calasparra era como venir a su casa: “En este pueblo tengo a mi ahijado, el hijo del banderillero Pascual Mellinas, mis amigos del Club Taurino y gente que siempre me ha querido como persona, porque la persona es antes que el torero”. Puso como ejemplo de amistad verdadera la de nuestro presidente Francisco García: “Él nunca me ha fallado”.

    Compartieron mesa junto al torero y al presidente del Club Taurino  Francisco García, el académico Marcial García, y José Martínez (secretario).  Comenzó Rafael analizando su temporada: “Ha sido un año muy importante, después de torear 14 corridas, mayoritariamente en plazas de primera, me queda la sensación que me han faltado seis, siete corridas de toros”. Un 2014 marcado más por la calidad de sus actuaciones  que por la cantidad. Entre ellas: “La corrida en Dax fue importantísima,  después de dieciséis descabellos que el público en Francia te haga salir a dar una vuelta al ruedo significa mucho. También lo fue Mont De Marsan y como no, el toro de Cuadri que toreé en Valencia”.

    En cuanto a las ausencias de la temporada lamentó el hecho de no haber estado en plazas donde siempre ha sido triunfador. “Me dolió lo de Sevilla y como no, también lo de Pamplona. Estas ausencias me dolieron en su día porque creo que debería haber estado”.

     A punto de cumplir los veinte años de alternativa, Rafaelillo expreso que: “A estas alturas de mi carrera puedo analizar muchas cosas y sobre todo me quedo con las experiencias, que me han servido para forjarme en este circuito tan complicado. Todos los días sales a jugarte la vida, y la mayoría de ellos ante toros muy complicados de lidiar”.

    A la pregunta del tratamiento de los medios de comunicación en el circuito en el que está el diestro del Barrio del Carmen expuso: “Lo de Mont de Marsan parecía una broma. Creo que ha habido actuaciones merecedoras de un mejor trato. Quizá porque ya no sea nuevo en esto. Lo que si tengo claro es que tengo conocimientos y experiencias para dar lo mejor de mí”.

     En cuanto a sus actuaciones en Calasparra, recordó aquel toro  del Conde de Mayalde: “Sin duda uno de los toros más complicados de mi carrera, tremendo, fue a por mí aquel Día de los Santos de 2009”.  También recordó como novillero su presencia en el Día de la Región junto a Pepe Moreno y Marcos de Rafael.

     Emotivo se mostró Rafael Rubio recordando a su familia, que tanto le ha seguido y apoyado: “Recuerdo que mi padre quería vender la casa de la playa para ayudarme en mi carrera en un momento difícil en el que estaba parado. Mi familia estaba de acuerdo, pero le dije a mi padre que ni se le ocurriera. Esa casa la había ganado con sus manos llenas de grasa peseta a peseta. Hoy seguimos yendo a la casa de la playa y mis sobrinos y mis hijas disfrutan de ella. Esa decisión es de las cosas de las que más orgulloso me siento”.



         Con un abrazo sincero Rafaelillo y el presidente del Club Taurino de Calasparra concluyó la tertulia, paseando el diestro dos sacos de Arroz de Calasparra, cosecha de 2014. 

 foto: Club Taurino Calasparra

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