ANTONIO PUERTA COGIDO GRAVE EN EL QUITE AL TERCERO DE LA TARDE (PARTE MEDICO)

UN INOPORTUNO CHAPARRÓN OBLIGA A SACAR PARAGUAS EN LUGAR DE LOS PAÑUELOS PREPARADOS EN EL PRIMERO DE LA TARDE

     El novillero murciano Antonio Puerta, ha resultado cogido grave al realizar un quite por tafalleras al tercero de la tarde, el novillo le ha levantado de manera espectacular quedando Puerta inmóvil en el suelo. 

   Ha sido trasladado inmediatamente a la enfermería por su cuadrilla y Pepín Líria que está en Madrid acompañando al torero.

 PARTE MÉDICO:

    Herida por asta de toro en cara posterior pierna izquierda de 45cm, que produce destrozos en músculos gemelo externo, sóleo y peroneo. Luxación cerrada de hombro izquierdo. Es  intervenido quirúrgicamente en la enfermería de la plaza de toros, pasando al hospital San Francisco de Asís con cargo a la Fraternidad. Pronóstico grave. Dr García Padrós.

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  Así han visto la actuación de Antonio Puerta los principales portales taurinos nacionales:

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   Serio el chorreado primero, ofensivo y astifino, no acabó de emplearse en el saludo y se dejó pegar en el caballo. Se echo el capote a la espalda Puerta, replicó León por el mismo palo -muy movido- y volvió al novillo su lidiador para quedarse, como en el quite anterior, muy quieto por saltilleras. El novillo, que protestó en banderillas y marcó querencia, se movió descompuesto en la muleta pero tuvo emoción. Se quedó muy quieto el murciano, corrió la mano con temple y despaciosidad lo que duró el novillo y tras cerrar por bernadinas lo mató guapamente. La tromba de agua, que arreció entonces, cambió paraguas por pañuelos y se quedó en ovación lo que era oreja segura. 

APLAUSOS.ES

  Abrió plaza un novillo enrazado que se movió con transmisión pero no se llegó a emplear nunca. Antonio Puerta estuvo muy firme con él en una labor presidida por la quietud. Se lució en dos quites el murciano, uno por gaoneras y otro por saltilleras. La faena tuvo temple y encaje destacando el toreo sobre la diestra. Mató de buena estocada con tan mala fortuna que en el momento en el que rodó el toro de forma espectacular descargó una monumental tromba de agua sobre Madrid que hizo que la petición de oreja se diluyera.