Muchas esperanzas tenía Paco Ureña en el mano a mano de Bilbao, pero los toros del hierro de Victorino no cumplieron con lo que se espera de esta legendaria ganadería, tuvieron nobleza, pero se mostraron faltos de transmisión y sosos en todo momento.
Ante este material, Paco Ureña realizó lo único que podía hacer: estar honrado y dispuesto en todo momento, lo intentó en todo momento, llevó a sus toros siempre en el vuelo de su muleta, se cruzó e incluso, bajó la mano ofreciendo torería ante toros que no humillaban y embestían a media altura. Un gran esfuerzo de Ureña con sus tres toros que no tuvo finalmente recompensa.
Paco Ureña brindó el primer toro de su lote a Manuel Escribano, presente en el festejo, y a Curro Díaz.
El resultado del festejo fue:
- Curro Díaz.- Ovación, silencio y división
- Paco Ureña.- Ovación, silencio y silencio
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