16 oct 2016

RAFAELILLO TAN GRANDE COMO SIEMPRE EN EL CLUB TAURINO DE CEHEGÍN




 
   Teníamos señalada la fecha del viernes día 14 como "especial" y como "segura" para acudir a la sede del Club Taurino de Cehegín para escuchar la charla entre dos grandes del mundo del toro en la Región de Murcia (y fuera de ella también), como son el Maestro en el ruedo Rafael Rubio "Rafaelillo" y el Maestro del micrófono Miguel Massotti y como no podía ser de otro modo acertamos plenamente en nuestro desplazamiento.

   La maestría de Massotti con unas preguntas que surgían directamente en la conversación y un Rafaelillo que afrontó todos los temas con el mismo espíritu que reacciona delante del toro, con toda la verdad y siempre con la "pata p'alante", hablando con el corazón.

  
   Rafaelillo habló de esos comienzos en la Escuela Taurina de Murcia, esas primeras novilladas sin caballos, donde en alguna ocasión tuvo que salir "escondido" para no descubrir la edad que tenía, lo cual hubiese supuesto el no poder torear y se entretuvo más en narrar lo duro que esa etapa viviendo fuera de la familia, en una ganadería y ese momento gravado en su mente y corazón de ver como su madre, con lágrimas en los ojos, le despedía desde el balcón de casa cuando se marchaba a comenzar su sueño con tan sólo doce años.

   Repasaron juntos temporada tras temporada, esas en las que destacaba como novillero puntero, ese año donde toreó ocho tardes junto a José Tomás y con el mismo valor comentó esas temporadas donde prácticamente no pisaba una plaza, para comenzar nuevamente a luchar dentro de ese vagón del tren que pudo coger y donde sólo se torean corridas duras, pero "contento de estar en ese vagón" aunque intenta llegar a otros donde los asientos son más cómodos.


   Habló de una tarde muy importante para él, cuando los toros le dieron tres o cuatro palizas y al llegar al hotel su hermano y mozo de espadas le preparó de inmediato la bañera, lugar donde se planteó muy seriamente si merecía la pena seguir en ese mundo y por suerte entró en la habitación Alfonso Romero, como amigo y detonante para tomar la decisión de seguir, tras una muy larga conversación.

   Sobre las ganaderías contestó a Massotti que todas son importantes pero si tiene que indicar una sola, indiscutiblemente  la que ha marcado su carrera y su historia profesional es la de Miura, ante la cual se siente un miedo especial  "es algo diferente, aunque estés delante de una vaca".

   Durante este tiempo tan ameno de conversación, recordó a su hermano Joaquín, tan importante en su vida, el homenaje en Valencia a Adrián, ese niño enfermo de Cáncer tan aficionado a los toros y se refirió a su cuadrilla indicando que "son una familia" como la única definición que puede dar.


    Analizo su pensamiento sobre el público francés y sobre sus ganas de estar en La Condomina el año 2017. Comentó que si tiene una asignatura pendiente: "Confirmar en México". Indicando igualmente que su planteamiento es  poder celebrar en activo sus 25 años profesionales, ya que él seguirá mientras los aficionados acudan a verle y siga teniendo el respeto de los empresarios. 

   "El toreo no son estadísticas, el toreo son sensaciones", indicaba en los momentos finales del coloquio, que culminó diciendo que no quisiera tener ningún hijo torero, ya que sabe lo duro que es esto, pero sin olvidar lo mucho que quiere al toro y lo mucho que le debe. 

    El acto que había comenzando herrando la piel de toro en el Club, culminó con la entrega de un precioso detalle a ambos realizado por el  también Maestro Nicolás de Maya.



   

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