Ayer viernes, se
clausuró el I Ciclo Cultural Taurino de Lorca, que el Club Taurino de Lorca ha
organizado como homenaje y lucha por la reconstrucción de la plaza de toros de
Lorca y para que la afición, dormida pero existente, despertara; en una tierra
de tradición taurina indiscutible.
Nos sentimos
orgullosos de la gran acogida y éxito apoyada por los medios de comunicación,
socios y simpatizantes que han logrado que Lorca sea cita obligada en este mes
de febrero.
Agradecemos a Carmelo
López, de Paisaje Herrado, que aceptará la aventura de un pregón taurino, que
resultó ser todo un éxito. No pudimos tener mejor pregonero, Juventud, pasión y
amor al toro y lucha. Eso es lo que busca el Club y Carmelo lo personalizaba.
El jueves 4 de febrero, fue la primera piedra, de un Ciclo, que fue viniéndose
arriba, como los toros bravos.
El Club quiere
destacar también la gran acogida que los Hermanos Miura y Fernando Cuadri
tuvieron con los socios que viajaron a la escapada al campo bravo, que no podía
faltar en el Ciclo. Un viaje inolvidable, que acabó con la lección de vida más
hermosa jamás contada, en una finca de Huelva.
La solidaridad
también se hizo presente, con un maratón de sangre, que pasó de ser un
atrevimiento a un éxito rotundo. 150 donantes, de los cuales 45 eran donantes
nuevos. El equipo del centro de hemodonación no podía creérselo. Una vez más el
mundo del toro, a la cabeza de la solidaridad.
Como nadie podía
creer, que un viernes 19 de febrero Lorca respirará otra vez ambiente de toros.
Tarde noche grande, con palabras de oro y personalidad infinita. La tertulia
moderada por Manolo Molés fue vivir otra vez un pedacito de esas tardes de
toros en Sutullena. Poder ver otra vez a Pepín Jiménez, semilla de la afición
lorquina, fue el regalo que el Club quiso hacer y la vez darse. Contemplar a
Paco Ureña, sucesor de esa semilla que plantón Pepín, a su lado, un
espectáculo. Poder vivirlo con casi 500 personas en el hotel Jardines de Lorca,
una experiencia única.
Bonito fue también
ver como en pleno corazón de Lorca, el toreo floreció una mañana de domingo. A
los sones de la banda de música de Lorca, el pimpi de Albacete hizo un dejad
que los niños se acerquen a mí, y vistió un caballo de picar para que niños,
jóvenes y no tan jóvenes se hicieran su foto, como si fueran un picador con
experiencia. José Manuel y Antonio López “El Charra” también enseñaron al
nutrido grupo de espectadores, como se torea de salón y enseñaron a los más
valientes.
Y hablando de valientes,
Rafaelillo y su vida, su trayectoria en torno a los Miura, a la fuerza de
superación, a ese saltar vallas para encontrarse escalones emocionó ayer en un
clausura emotiva comandada por Antonio González Barnés, que en el pueblo de sus
abuelos, quiso ser clavel, para volar otra vez en Sutullena.
Y todo esto, unido al
buen nivel de visitas de la exposición de pintura de Joaquín Alcázar y de las
Jornadas Gastronómicas del toro de lidia, en quince establecimientos hosteleros
de la ciudad ha hecho que Lorca sea más taurina si cabe y que este Club y su
renovada junta directiva aumenten su ánimo y fuerzas para conseguir que la
plaza de toros de Sutullena salga del coma y vuelva a vivir los nuevos tiempos
taurinos que el destino ha dado a Lorca. Hemos luchado, luchamos y lucharemos
por ella.
Las actividades no
terminan con el final del Ciclo, ya que como anunciamos en anterior nota de
prensa, el Club ha organizado un viaje a Valencia para asistir a la
manifestación por la tauromaquia y presenciar una corrida de toros de la feria
de Fallas, del próximo 13 de marzo, dónde torea nuestro torero Paco Ureña. Un
viaje que está a punto de colgar también el completo.
Seguiremos llenando
el año de actividad taurina en Lorca y desde hoy, nos ponemos a trabajar, con más
fuerza, en el segundo ciclo y en la búsqueda de
soluciones para nuestra plaza de toros.
Atentamente
Club Taurino de Lorca